¿A quién vamos a engañar?
No dejo de pensar en las mil veces que por perezosa cometí plagio.
Después de esta clase más que claro, más que advertida, más que asustada, muy consciente. No voy a decir mentiras y menos escribiendo una reflexión, señalando a los dos personajes que nos permitieron sus trabajos como ejemplos de plagio. Yo muchas veces lo hice, copiar una palabra o hacer un trabajo entero con plagio para mi es lo mismo. Y que pena pero asustarse por eso me parece una ridiculez, me causaba risa como muchos compañeros en mi clase se asombraban, cuando por favor más de uno de nosotros hemos consciente o inconscientemente cometido este error y más aún sin tener las normas APA claras, o por lo menos en mi caso yo acepto llegue al curso de Información y documentación sabiendo creo que las normas ICONTEC con un revoltijo de APA.
Me sentí avergonzada, tal vez en un momento llegue a decirme que fue por ignorancia y por no saber citar y todas esas disculpas que somos expertos en crear en esos momentos en el que la vergüenza nos atraviesa el cuerpo. Sin embargo, yo pienso que me ha faltado espíritu investigador y una vez más veo los efectos sobre mi mente que YO he permitido que hagan Internet y la inmediatez. Pensaba en todas la habilidades que tengo, en los talentos y en que puedo realizar estupendos trabajos si me lo propongo y sobre todo si hago las cosas correctamente.
El plagio es un tema serio. Ser un plagiario es ser un mentiroso, un ladrón....podría seguir con millones de sinónimos, pero lo importante es que tenemos que ser conscientes de que todos nosotros nacimos con habilidades y cualidades diferentes para demostrarle al mundo y a nosotros mismos quienes somos y por qué somos relevantes en el mundo,no tenemos la necesidad de copiar las palabras o los trabajos de otros. En varias oportunidades hemos escuchado la famosa frase de "Muchachos si hacen copia se están diciendo incapaces" y a pesar de escucharla miles de veces, caímos en el error, pero en verdad ¿A quién vamos a engañar? esto es más que cierto.
Me disculpo con los millones de palabras robadas y secuestradas por mi pereza, tomadas con atrevimiento de brillantes mentes capaces de demostrarle al mundo sin temor lo que tenían que decir y sin odio de compartir conmigo y millones de personas compartieron. Lamento las veces que no INVESTIGUÉ cómo citar correctamente, sabiendo que para este tipo de cosas es que sirve en realidad la Red. Hoy me disculpo, claramente soy consciente de que lo correcto siempre tiene éxito, pero más que eso, que vale la pena sentir que corregí 18.000.000 veces un trabajo, lo armé, aprendí, lo cité otras mil veces, pero lo logré y tengo esa sensación de tranquilidad de no tener que remendar retazos escritos por otros.